Juan Cabrera A.
PRIMERA DE 4 PARTES.
Preámbulo.
El presente ensayo se realizó principalmente a partir de los documentos históricos que publicó Mina Ramírez Montes, (UNAM), en 1987, con fuentes documentales del Archivo General de la Nación y del Archivo General de Indias, y de otros autores que cito más adelante, confrontados con el plano del levantamiento de esa iglesia realizado por el arquitecto Francisco de Chavida en 1621, de los cuales, en un ejercicio hermenéutico, me permito ensayar interpretaciones de su lectura constructiva y arquitectónica que encuentro velada en el lenguaje constructivo inmerso en los documentos.
-Las primeras construcciones catedralicias del antiguo obispado de Michoacan, nacieron con problemas de elección de sus sitios de fundación y de sus consecuentes traslados, pero también con peculiares problemas constructivos a los que se tuvieron que enfrentar; en algunos casos por lo complicado de la grandiosidad de sus proyectos, como la grandiosa pretendida Catedral de Don Vasco; y por la insuficiencia de recursos o la no muy ágil aportación de los mismos por encomenderos españoles y la corona.También hubo problemas con las capillas e iglesias humildes y provisionales llamadas “iglesias de prestado,” que se tenían que hacer y mantener, suponiendo que eran construidas sin un cuidado constructivo escrupuloso por su carácter de función provisional, y para el caso de un proyecto catedralicio, donde se sabía que la definitiva iglesia duraría en construirse varias décadas, sin contar con las demoras que podrían causar otros imprevistos sociales o flujo de recursos por alguna crisis, se complicaba mantenerlas, tanto para encomenderos y los indios, a quienes les tocaba aportar la fuerza de trabajo; también la corona recelaba a través del virrey, quien además podía detener la autorización de los proyectos según su parecer o conveniencia.
Así que el caso de la primitiva iglesia catedral provisional de Michoacán, hoy ya inexistente y olvidada, inicia su construcción hacia 1577, y pronto se concluye, pues en 1580 ya estaba terminada para recibir la cátedra trasladada de Pátzcuaro a Guayangareo/ Valladolid, y preparada para el nuevo obispo agustino Juan de Medina Rincón, debiendo contar con los espacios necesarios para celebrar los divinos oficios que son propios de una iglesia catedral. En este caso, una iglesia humilde, pero con dignidad y decoro, que no resultó tan provisional, pues pasó el tiempo y fue hasta 1660, ochenta años después, en que se pudo iniciar la nueva, por distintas circunstancias que atravesaba el virreinato y la misma ciudad, a finales del siglo XVI y principios del XVII, y a pesar de múltiples pedimentos é insistencia de la iglesia de Michoacán desde 1583 .
Penurias de pandemia y de tipo constructivo.
A esta iglesia primitiva catedral le siguieron desde un principio penurias de tipo constructivo, aunque podría sospecharse que fueron un tanto exageradas por obispos y canónigos para hacer presión a la corona, y autorizara pronto la construcción de una nueva iglesia grande al nivel de este obispado), ya que desde los 3 años de construida, ya avisaban de grandes deterioros, a causa de lo rápido que se había construido.
La epidemia que se había diseminado a partir de en 1576 y la guerrilla chichimeca fueron unas de las causas del inicio de una larga demora; Así pues, el templo se caía, y se caía desde 1583, pero aunque sufrió un incendio su sacristía, pasaron 121 años y nunca se cayó
Del programa arquitectónico a partir del plano levantado por el arquitecto Chavida en 1621.
De ese plano se puede hacer lectura gráfica de la forma y función litúrgica para la que fue diseñada la iglesia; su forma física, a partir de la proporción de su planta y sus elementos, confrontada con la versión de los textos documentales, y además, la magnitud dimensional de la planta y elementos constructivos, ya que el plano en su parte superior derecha, lleva la escala gráfica, llamada en ese entonces “ pitipie”; también lleva textos en cada espacio, lo que permite entender más la estructura de su función.
Antes de enlistar las deducciones encontradas en el plano, debo dejar sentado que la unidad de la escala gráfica en comento, que no aparece indicada en el pitipie del plano, pero es sabido que para la segunda mitad del siglo XVI en Nueva España se medía en las unidades del pie y la vara castellana; La vara, equivale a lo que hoy son casi 84 centímetros y el pie castellano era la tercera parte de la vara, o sea 28 centímetros. Así que si tomamos la escala que puso Chavida fácilmente podemos deducir que no serían pies sino varas, pues si medimos el ancho del pasillo ambulatorio para hacer la procesión de canónigos del coro al presbiterio y al altar mayor, nos da en medición 2.2 unidades, lo que en pies serían solo 61.6 centímetros; medida insuficiente para el paso funcional de al menos dos filas de prebendados; en cambio, si lo llevamos a varas, nos da un ancho de pasillo de 1.85 metros , que es medida apta y suficiente para el paso ambulatorio, incluso llevando palio o una imagen. Otra comprobación se puede deducir al medir con la escala el fondo de la capilla del Sagrario, que son 7 unidades, y siendo pies serían solo 1.96 metros, medida irracional e insuficiente para una capilla, aún pequeña para tener el Sagrario, su altar y reclinatorios; en cambio siendo varas equivalen a 5.88 metros lo cual daba suficiencia para el culto expiatorio teniendo también anexa una sacristía ex profeso para la capilla del Sagrario.
Así que la unidad de medida del plano de 1621, son varas castellanas y así deducimos de la siguiente información:
1.- Las dimensiones exteriores de la iglesia por su exterior arrojan 35 varas de ancho por 70 varas de largo, sin incluir 16.5 varas más de largo que lleva un anexo construido posteriormente. medida para nada pequeña para una iglesia en ese tiempo, tomando en cuenta que los templos conventuales del siglo XVI, median en general 60 varas de largo.
2.- Se dividía el cuerpo principal en 3 naves: una central de 10 varas de ancho libre entre pilares circulares de madera; se mencionan dichos pilares en los documentos y los representa Chavida en su plano con basas cuadradas y fuste o caña circular. En esta nave central se ubicaba el Altar Mayor en el testero, un pre-santuario en el área del presbiterio, el coro de canónigos y el pasillo ambulatorio que comunicaba desde el coro hasta el altar mayor. En los documentos se habla también de “ órgano,músicos y colegiales,“ por lo que se podría deducir que también tenía coro alto.
Las otras dos naves colaterales tenían 6 varas de ancho libre, medidas nominales adecuadas en la proporción dimensional de viguerías para cubrir esa sección, y eran principalmente espacios para la feligresía, donde las mujeres tenían preferencia para estar al lado del ambulatorio.
En la nave colateral derecha al altar mayor, en el interior del muro de fachada estaba el “ Altar del Señor del Perdón, “ como tradicionalmente también en las catedrales novohispanas México y Puebla, se ubicaba a la entrada para orar a Cristo pidiendo perdón antes de entrar a la iglesia.
A lo largo de la nave colateral derecha al altar, muro del evangelio, se disponían puertas para comunicar con crujías ubicando primero la capilla del Sagrario con su Sacristía característico de un programa catedralicio; en seguida un acceso lateral para feligreses con pequeño portal de entrada; y en seguida el Bautisterio y una amplia sala para el Cabildo.
Sobre la nave de la epístola se ubicaba otra entrada lateral a la iglesia, sin que el plano de Chavida indique altares sobre ese muro.
El espesor de los muros de adobe eran de una vara; no señala contrafuertes o mejor llamados “ estribos”, lo cual sería una de las causas del agrietamiento que tuvo después que en otra parte siguiente explicaré.
3.- Un cambio novedoso e importante es que la posición del coro de canónigos en la iglesia ya no estaba al centro del templo, como lo estuvo en la mayoría de las catedrales medievales e incluso renacentistas, sino fue fincado casi a la entrada principal de la iglesia , lo cual representa un cambio vanguardista en 1577, pues está disposición fue recomendada a partir del Concilio de Trento, de dar mayor comunicación visual del Altar a la feligresía, pues los coros canónigos lo ocupaban casi todo, incluso los ubicaban en el centro del crucero, forzando el rezo de los fieles “ a tras coro”.
Los coros catedralicios fueron herencia de los monacales medievales y su función principal es la de la alabanza con oficios divinos. A partir de Trento, los proyectos de muchas catedrales italianas proyectaron sus coros cargados más a la entrada.
En las siguientes partes abordaré las dificultades que tuvo el templo desde 1583, los peritajes técnicos de que fue objeto; la afectación que tuvo el proyecto catedralicio por la pandemia, peste del Cocoliztli, la dificultad de cobrar diezmos por la guerra chichimeca en la segunda mitad del siglo XVI; la polémica e hipótesis de su ubicación de la iglesia en la ciudad; la posible ubicación atípica de la torre campanario y al final la descripción de su posible patología constructiva – estructural.