Tom Mascota
Pasear por el centro de} Morelia y admirar desde las banquetas hasta las altas torres y naves las construcciones de la ciudad es interesante. Una de las pocas cosas que llama i atención es como al medio día las campanas de los templos, parroquias y capillas del centro tocan para anunciar la hora, entonces uno mira la torre de los templos y escucha el tala, talan, de su badajo., pero en la calle de Santiago Tapia, se encuentra el templo de Santa rosa de Lima, aquí me entretuve buscando la torre y encontré algunos buenos detalles por comentar.
Claro uno puede admirar esta construcción desde la cerrada Nigromante, calle peatonalizada desde 2018 y que remata con la fachada del templo de “Las Rosas”, pero al observar y descubrir de donde salen los sonidos de las campanadas, pues no hay una torre como el templo de San Francisco, Las Monjas, que solo tiene una, o San José, la misma Catedral. Las Rosas, no tiene torre a la vista. Existe, si subes las escalinatas del actual edificio de tesorería de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, para observar el montículo de “las Rosas” un pequeño campanario que se observa, allí se ve la campana para llamar a los feligreses al templo, pero no es mayor a la altura de sus propios cielos, ni sobre pasa una mayor estructura.
En el centro de Morelia, solo este templo es el único con campanario y no con torre. Es una maravillosa joya barroca con retablos de madera simbólicos de la vocación por la música.
Para observar con detalle esta construcción arquitectónica antes leí el documento publicado por el Observatorio de la Arquidiócesis de Morelia, que describe a este monumento como una edificación barroca y que se encuentra a un costado del Conservatorio de Las Rosas, posee tres de los pocos retablos barrocos de madera; el principal dedicado precisamente a Santa Rosa de Lima, tiene la particularidad que es rematado por cuatro querubines que poseen instrumentos musicales, lo cual habla de la vocación del conjunto desde el virreinato.
El Templo de Las Rosas originalmente formó parte del conjunto conventual de las monjas de Santa Catalina de Siena, de la Regla de Santo Domingo, establecidas en la ciudad de Valladolid, el año de 1595, pero tanto el templo, como el Colegio de las Rosas, fueron edificados bajo las expensas del vigésimo primero obispo de Michoacán, don Martín Elizacoechea, entre los años de 1746 y 1756.
Arquitectónicamente, el templo presenta las características de los de monjas, es decir que el ingreso a él es por un costado y no frente al altar. Esto responde al hecho de que a los pies de la nave se ubican, en este caso, los coros bajo y alto, reservados para las monjas, como el templo de “las Monjas”, llamado Sagrario Metropolitano.
Tom Mascota es un pug curioso, que merodea las inmediaciones de la caipital michoacan y en sus andanzas de perro encuentra denuncias y datos por reportear. Nació en junio de 2023 y aunque joven libró el parbovirus y vive felizmente jugando y comiendo. Ama los dulces y de leche y beber agua de sabores.