Viajar por Michoacán es un constante descubrimiento de platillos producto de su basto entorno natural. Cocinar guarda un profundo sentido para el pueblo purépecha. María Isabel Rosas Flores, es oriunda de Zacan y es cocinera tradicional, se especializa en el atole de chaqueta, comúnmente conocido como atole negro y el mole tatemado. Ella nos platica como se vive la tradición del día de muertos en su comunidad.
La cocina tradicional michoacana es un modelo cultural que comprende agricultura, prácticas rituales, habilidades ancestrales, técnicas culinarias y costumbres propias de cada comunidad, desde plantar y cosechar hasta cocinar y comer. La base de los ingredientes son el maíz, frijol y chile, además de la cosecha nativa como variedades de tomates, calabazas, aguacates, cacao y vainillas que aumentan los alimentos básicos.
En Michoacán las mujeres cocineras también refuerzas los lazos sociales y formar parte de la sustentabilidad y sostenibilidad de los hogares. Alrededor del fogón ellas se han convertido en las grandes cocineras portadoras de este patrimonio y quienes crean platillos únicos como curundas, churipos, atapacuas, uchepos, nacatamales, moles, atoles, etc.
Dentro de la troje, el lugar central lo ocupa la parangua, las tres piedras que dan cabida al fogón y que sostienen las ollas o comales. María Isabel, explica que ya se encuentra enseñando a sus hijas los secretos de la cocina tradicional michoacana.
La cocina michoacana está cargada de símbolos que forman parte integral de las ofrendas de “Dia de Muertos”, para conmemorar esta celebración en Zacán se prepara el atole negro hecho a base de estopa de coco, cascara de cacao y cabello de elote y se toma acompañado de nacatamales de churro distinguidos por su carne de cerdo sazonados con hierbabuena, ambos alimentos preparados para conmemorar a las ánimas, dice Rosas Flores.
“La ofrenda se hace el día primero en las casas del difundo y todo el pueblo va con su charola de fruta y a cambio le dan a uno una bolsa de nacatamales. De modo que se hacen miles de nacatamales para llevar ofrendas. La ofrenda se reparte el día 2 de noviembre en el panteón donde se distribuye entre los asistentes además pan y frutos.
Isabel, además tiene una tienda de artesanías y bordados en punto de cruz, fiestas o reuniones familiares.
Una de sus especialidades es el mole tatemado que tiene un alto grado de dificultad al moler los ingredientes en metate. Cuenta que es una delicia hecha de carne de puerco y res con un adobo hecho a base de chiles guajillo, pasilla, cascabel, chilaca negra y especies de la región, que se muele en el metate junto con ajonjolí, pimienta, pimientón, canela, orégano, chocolate, piloncillo, azúcar, sal, ajo, y vinagre casero. -no de la tienda- este vinagre es natural se prepara con la cascara de la piña y el piloncillo, se deja que se conserve y a los 8 días está listo para ponérselo al mole.
Platicar con María Isabel, mientras limpiaba flores de calabaza y atendía un puesto de alimentos, al calor del fogón, entre los platillos que prepara es un placer. Visita Zacán en la celebración a las Ánimas el 1 y 2 de noviembre.
Zacan, Michoacán es un poblado ubicado a 42 kilómetros de Uruapan.