En una ceremonia realizada para conmemorar el tercer aniversario de la Revista Digital Unanimidad, en el Auditorio de la Casa Natal de Morelos y enmarcado en el Día Internacional de la Tierra, se entregaron reconocimientos a tres personalidades de la cultura y el cuidado del medio ambiente. Los condecorados son el Padre Francisco Martínez Gracián, la doctora Esperanza Ramírez Romero y el doctor en ciencias Víctor Manuel Toledo Manzur.
El director de la revista Unanimidad, Tranquilino González Gómez, enfatizó que esta ceremonia es además un llamado para la conciencia del cuidado del medio ambiente y de la madre tierra. Así en el evento además de música dirigida por el maestro Bernardo Bautista, se leyeron poemas para concientizar sobre el amor a echeri, pachamama y, geo o gaya.
El presbítero Francisco Martínez Gracián es originario de Sahuayo, Michoacán. A lo largo de cuatro décadas Martínez Gracián al lidereado proyecto en benéfico de las comunidades purépechas como la infraestructura para la introducción de agua potable, la fundación de la apertura de mercados, en la instalación de institutos de capacitación para el trabajo, entre otres. Obras que han impactado en la vida de diversas comunidades, así como ha trabajado por el rescate del medio ambiente a favor de la vida y la salud comunitaria. Además, ha colaborado en diversos proyectos de radio y televisión y medios impresos,
Francisco Martínez Gracián es doctorado Honoris Causa por la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán, en reconocimiento a su incansable labor en favor de los pueblos purépecha, ya sea para el rescate y preservación de la lengua originaria o para la resolución de conflictos y organización comunitaria en favor del bienestar colectivo. Ha recibido otros reconocimiento-como la Presea Melchor Ocampo que otorga el Congreso del Estado de Michoacán, el Premio Estatal al Mérito Ambiental y la Presea al Mérito en Derechos Humanos 2024.
Los tres humanistas que recibieron el reconocimiento, dijeron, cada uno desde sus áreas de conocimiento, que las deudas sociales son muchas con el patrimonio natural y civil que habita la sociedad y que la cultura debe de revisarse desde el propio enfoque de la etimología de la misma palabra.