INTRODUCCIÓN
[Fragmento]
Vandari M. Mendoza
Durante la primera mitad del siglo XIX se formó en el mundo occidental una de las corrientes pedagógicas más importantes de la escuela primaria: la enseñanza intuitiva. En efecto, esta propuesta renovadora, emanada originalmente del pensamiento y la obra del pedagogo suizo Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827), significó una auténtica transformación de las ideas y prácticas educativas tradicionales, centradas en la memorización de palabras y contenidos, así como en la inhibición del espíritu libre y creativo de los niños. Por el contrario, Pestalozzi comprendió la importancia de respetar el proceso natural del desarrollo físico e intelectual de los alumnos, la ventaja de cultivar los sentidos para adquirir conocimientos y la necesidad de generar una educación activa e integral. Por ello, los principios fundamentales de su ideario pedagógico fueron: el desarrollo de la intuición, el aprendizaje por experiencia y la prioridad de los objetos sobre las palabras en los procesos formativos. De manera muy especial, estaba convencido que la intuición (anschauung) era el fundamento absoluto de todo conocimiento humano. Para Pestalozzi la intuición no era una facultad ni un acto mental, sino un proceso funcional que abarcaba un conjunto de actividades intelectuales, desde la percepción hasta la comprensión de las cosas, para formar conceptos y criterios claros de la realidad.
En México, mientras tanto, las ideas de Pestalozzi se conocieron de manera temprana, en las postrimerías de la época virreinal, debido a las noticias que llegaron desde España sobre los proyectos educativos de corte pestalozziano que se instrumentaron en la metrópoli. Aunque, en honor a la verdad, dichas ideas pasaron sin pena ni gloria durante varios años, no tuvieron aplicación práctica. Posteriormente, al iniciar la vida independiente, surgieron los primeros proyectos escolares que retomaron o se inspiraron parcialmente en la doctrina de Pestalozzi, primero en la esfera privada y más adelante en la pública. De hecho, desde la configuración en ciernes del sistema educativo nacional, al comenzar la República Restaurada (1867-1876), las autoridades en la materia vieron en la pedagogía pestalozziana la mejor alternativa para renovar radicalmente la enseñanza primaria en el país.
Así, durante el Porfiriato, la adopción de la perspectiva pestalozziana en la escuela primaria originó un inédito e interesante fenómeno de definiciones en el que se buscó establecer, con la mayor claridad posible, qué era y cómo debía practicarse el nuevo enfoque educativo. Por un lado, los docentes mexicanos que consideraban estar más actualizados y mejor informados de las tendencias pedagógicas modernas, quienes además se presentaban como las voces más autorizadas de la educación en el país, arguyeron que la mayoría de los maestros interpretaba de manera desatinada la enseñanza intuitiva o desconocía cómo integrarla en la práctica. Por este motivo, a lo largo del Porfriato, mediante las interpretaciones que efectuaron algunas de las voces autorizadas de la “élite educativa nacional”, se presentó un pujante proceso de formalismo que pretendió definir, instrumentar y hacer observar la práctica aceptada de la enseñanza intuitiva. Un proceso en el que se continuó tomando como modelo principal a la versión estadounidense de la pedagogía pestalozziana, puesto que su naturaleza formalista y pragmática coincida con los afanes del grupo que dirigía la educación primaria en el país.
De tal manera que la principal dificultad que enfrentó esta propuesta pedagógica en México no fue de orden teórico, sino de carácter práctico porque las prescripciones de las voces autorizadas hicieron que la enseñanza intuitiva se acartonara, perdiendo gran parte de su sentido activo, y porque en el país existía una limitada capacidad material para instrumentarla, pues este enfoque pedagógico requería, por su propia naturaleza procedimental, espacios, materiales y útiles apropiados para detonar el aprendizaje de
los niños.
Fue así, ante estas circunstancias, como paralelamente se fue configurando una forma distinta de significación, apropiación e instrumentación de las nociones que constituían la enseñanza intuitiva.
La enseñanza intuitiva en México. Una historia divergente entre el formalismo y la invención. (1807-1911)
Vandari M. Mendoza
Editorial: Universidad Pedagógica Nacional (Unidad 161) / Silla vacía
Colección: Estudios sociales
Año: 2022
Formato: Rústico
Páginas: 160
Ancho: 14 cm
Alto: 21 cm
ISBN: 978-607-99608-4-1
Precio: $180 ( https://bit.ly/3rBeZDU )