Oscar Tapia Campos
“Presencias”, el noveno libro de la escritora moreliana María Rosario Ortiz Marín, se presenta en el foro cultural que coordina el poeta y dramaturgo Neftalí Coria, mismo que está ubicado en Av. Lázaro Cárdenas 2480, Chapultepec Sur, de esta ciudad, capital de Michoacán.
La obra literaria que aquí nos ocupa y que fue presentada por la doctora Adriana Pineda y el periodista Óscar Tapia, es un compendio de relatos, anécdotas y cuentos que dan testimonio de una parte significativa del movimiento cultural moreliano, habida cuenta que su autora, la licenciada en Economía, Maestra en Sociología y doctora en Artes y Humanidades Rosario Ortiz, ha convivido con creadores muy destacados del mundo entero, con quienes ha compartido tiempos y espacios trascendentales.
Chayo Ortiz, apócope con el que se conoce a la escritora, es una autora prolífica muy rigurosa de ella misma, su narrativa es redonda y su lenguaje muy cuidado y puntual. Esto es que los suyos son textos muy bien estructurados, a los que ha dotado de joyas descriptivas que colocan al lector al centro de la anécdota, en el momento del suceso. Tienen, además, el poder para captar la atención desde el primer renglón, jalan tanto que no quiere uno dejar de leer.
Es una publicación, la suya, en la que reúne al lector con personajes tan relevantes en la historia de las letras mexicanas en lo particular, latinoamericanas en lo general y, hasta, con un actor de renombre mundial que vivió en Morelia. Caminan por las páginas de Presencia personajes como Eduardo del Río “Ríos”, caricaturista michoacano de talla universal; Enrique Irazoqui, quien hiciera de Cristo en la película El Evangelio Según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini; el poeta chileno Ludwig Zeller y la pintora húngara Susana Wald; el poeta chihuahuense y michoacano Gaspar Aguilera, el de Pirénico y una docena más de poemarios de alto vuelo.
También nos lleva a un acercamiento con Luis Ortiz Arias, poeta y novelista de la Perla del Cupatitzio, el que hizo el viaje sin regreso siendo muy joven; nos recuerda la grandeza del poeta uruguayo Mario Benedetti, ese que muchos de finales del siglo XX y principios del XXI hicimos nuestro autor de cabecera; exalta la grandilocuencia y grandeza literaria de la poeta chilena Delia Domínguez, a la que hay que leer sí o sí; narra sus correrías con el poeta y novelista colombiano Álvaro Mutis, caballero del mundo que eligió a México para vivir; nos coloca junto al filósofo Severo Iglesias, ese que dejó huella en la Universidad Michoacana y otras instituciones educativas con su cátedra siempre enriquecedora.
Y en la última parte del libro, Rosario Ortiz Marín, nos narra, cuenta y platica hechos y sucedidos muy del pueblo, muy de la gente de a pie, muy de quienes gustan de espantos y aparecidos, de tesoros enterrados y baúles encontrados, de personajes singulares que, por serlo, se vuelven especiales. En fin, Presencias es un libro suculento, de los que se engullen de una sentada.
Los comentarios acerca de la autora y su libro corrieron a cargo la doctora en Historia, maestra universitaria, poeta y narradora Adriana Pineda, así como el periodista, promotor cultural y poeta curimeño Óscar Tapia Campos.