Una de las obras maestras del Art Deco, mexicano, es sin duda la escultura de Guillermo Ruiz, “Las Plañideras”, creada hacia 1932, que en un principio fue colocada dentro de una fuente y posteriormente se removió al lugar en el que actualmente se encuentra a un costado de Catedral, de tal manera que no son apreciadas, ni valoradas por la sociedad moreliana. Esta pieza elaborada en cantera rosa, es utilizada por ambulantes como base para colocar sus puestos o soporte de toldos, incluso hay quien desconoce su nombre y el sentido que tiene, pues aunque existe una placa en marmol se encuentra en el olvido.
El jueves 8 de junio, en redes sociales se exhibió una fotografía de “Las Plañideras”, en la que luce con heces y lazos para soportar toldos; además al preguntar a transeúntes en la inmediación de la calle, algunos ni siquiera sabían de su existencia como comentó Angélica Nieves, quien dijo tener 20 años viviendo en la ciudad, ser ama de casa y nunca había visto la escultura pese a que visita frecuentemente el Centro. La joven Navarro, cuenta que de pequeña ella vio esta escultura, pero nunca supo su nombre y señalo que se pierde entre tanto que adornan la plaza, nunca ha visto que le pongan atención a esta escultura.
De acuerdo con información otorgada por el historiador Ramón Sánchez Reyna, esta escultura de “Las Plañideras,” es obra de Guillermo Ruiz, padre de la escultura mexicana de arte libre, fue elaborada hacia 1932. Su creador es también realizador del conjunto escultórico que hubo afuera de la Casa de Cristal, y del monumento de Morelos en Janitzio.
Esta pieza de “las Plañioderas,” representativa del art deco en la ciudad tiene entre sus características el diseños y expresión artísticas que se basa en las figuras geométricas y que son delineadas con precisión. Emplea principalmente la línea recta, aunque también se combina con el uso del zig-zag, curvas, círculos y espirales; contempla un gusto particular por la simetría y se vale del cubo. Además de motivos vanguardistas como el futurismo.
La palabra “plañillera”, es el sustantivo que se utiliza para nombrar a las mujeres a quienes se les pagaba por llorar a los muertos. Por el lugar en que se colocó a esta escultura no es difícil supones que se rinde homenaje a los fallecidos en la actual “Plaza Benito Juárez”, anteriormente formó parte de la“Plaza de los Mártires” trazada como la Plaza Mayor por Juan Ponce en el siglo XVI. Desde el siglo XVII fue utilizada como recinto para castigar públicamente a personajes como José Guadalupe Salto y Miguel Gómez, coronel insurgente y párroco de Petatlán respectivamente, acusados de apoyar la causa independentista iniciada en la guerra de 1810, y otros políticos sacrificados en 1830; de ahí su evocación como lugar de “mártires”. Más tarde, en 1843, se convirtió en mercado y centro comercial. Durante el siglo XX sufrió varias modificaciones en sus espacios arquitectónicos, actualmente se usa como un espacio para celebraciones civiles multitudinarias, religiosas y deportivas.
Por los malos usos que se le han dado a esta escultura de Guillermo Ruiz, “Las Plañideras”, el historiador y maestro de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Ramón Sánchez Reyna, pide al ayuntamiento que si las va a utilizar como posteara amarrar sogas, se pide como ciudadanos que la pieza sea trasladada a los jardines del Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce”.