Alienación o educación científica
[Fragmento]
Fidel Negrete Estrada, Francisco Guzmán Marín y Erik Avalos Reyes
Preguntar por el sentido de la educación implica preguntar por la manera de implementar y encarar la enseñanza. Examinar los efectos de los contenidos del aprendizaje en la sociedad, pues ésta, a final de cuentas, se constituye conforme al tipo de educación que implementa el Estado. Una primera pregunta va en este sentido: ¿existe claridad en el Estado acerca del tipo de educación que quiere o sólo ha oscilado entre la reforma, adecuación o imitación de modelos educativos? Es necesario analizar las determinaciones y definiciones que sustentan a los modelos educativos, es decir, llevar a cabo un trabajo filosófico por medio del cual se pregunte por la concepción de aprendizaje que sustenta un programa educativo, pues se puede ir desde un enfoque superficial o memorístico del aprendizaje hasta un enfoque profundo o de construcción del conocimiento. Asimismo, desde una epistemología de la educación se ha de preguntar por definir lo que se entiende por conocimiento, capacidad, procesos mentales, técnicas de instrucción etc. Por ello al reflexionar sobre el sentido de un modelo educativo, paralelamente habrá que poner atención en los modos como éste comprende o conceptualiza los procesos educativos, el aprendizaje, los enfoques, etc.
Pero también del lado del pensamiento habrá que preguntar cuál es la importancia de la filosofía de la educación para la práctica profesional del profesorado en formación y en ejercicio. Pareciese que estuviéramos hablando de dos cosas distintas, pues aparentemente ni al profesorado le interesa la filosofía ni a la filosofía le interesa el profesorado. Tradicionalmente la filosofía aparece ajena a los problemas educativos y más bien presenta cierto pesimismo o escepticismo respecto a la educación.
En el caso de la educación básica, ¿en qué medida son conscientes los niños y adolescentes de sus virtudes y limitaciones? Se ha olvidado que la educación básica tiene particularmente un propósito: introducir a los sujetos a la cultura y abrir las puertas al conocimiento científico. Lo anterior implica que los estudiantes puedan hacer una lectura de la realidad, aunque esta interpretación no coincida con la que tienen los adultos. En la parte que corresponde a la educación media superior, la reforma considera que en lugar de proporcionar a los jóvenes una concepción filosófica que permita fortalecer lo que José Ingenieros llamaba sus “fuerzas morales”, las reformas demandan la eliminación del ejercicio del pensamiento para ir en pos de un conocimiento útil, es decir, que les permita a los jóvenes incorporarse tempranamente a tareas productivas. Listos para ser contratados temporalmente con salarios raquíticos y sin ningún tipo de prestaciones, empleados de tiendas de autoservicio, comida rápida o maquiladoras. Seguramente el conocimiento del pensamiento reflexivo difícilmente les permitiría a los jóvenes tener mejores empleos, pero como se cree que son unos inexpertos o inmaduros, esto no les permite reflexionar sobre su vida y su entorno para encontrar sentidos a su existencia.
Gabriel Vargas dice que un mundo sin filosofía es un mundo de autómatas. Lo oficial es sustituir la conciencia crítica por ideologías conformistas o negativas. Adormecer la conciencia de los sujetos para que no se rebelen frente a las injusticias. A eso le podemos agregar que el bachillerato regularmente se ha caracterizado por una atomización de los conocimientos, en donde la filosofía es superficial e inútil y, por supuesto, la puede impartir cualquiera. En definitiva, la filosofía no forma parte de la política educativa.
Por otra parte encontramos un gremio escéptico hacia los nuevos modelos educativos. Una de las razones por las que presentan esta actitud es que las autoridades educativas los señalan como los únicos responsables del fracaso educativo. Además hay desinformación sobre los términos, las condiciones, las modalidades de la reforma que dejan trastocados sus derechos laborales, que los excluyen de la posibilidad de crecimiento. El interés superior es la infancia mexicana (y no en el sentido literal como lo expresó un secretario de educación al referirse a la infancia de nuestro pueblo como se explicaba Samuel Ramos), y el maestro busca la certeza de que no va a ser afectado en sus condiciones laborales.
El ejercicio del poder. La educación en el devenir contemporáneo
Fidel Negrete Estrada
Francisco Guzmán Marín
Erik Avalos Reyes
Editorial: UPN / BCENUF “Prof. J. Jesús Romero Flores” / CAMM / Facultad de Artes y Humanidades (UNR) / Silla vacía
Colección: Estudios sociales
Año: 2020
Edición: Primera reimpresión
Formato: Rústico
Páginas: 104
Alto: 14 cm
Ancho: 21 cm
ISBN: 978-607-98294-7-6
Precio: $50 ( https://bit.ly/3HuyVzP )