Juan Cabrera Aceves
El templo consta de una sola nave con cinco capillas hornacinas sobre cada muro longitudinal, de tal manera que los muros de dichas capillas están trabajando como contrafuertes o estribos, y así evitaron que salieran hacia afuera pues está el límite de la calle y lograron mayor amplitud y funcionalidad hacia el interior. El templo se debió a la promoción del sacerdote Nicolás de la Serna en 1680.
En el siglo XX se intervino el templo forjándose nuevas bóvedas, al parecer, diseño de Manuel González Galvan, cuyos restos reposan en este templo, en aristas cuatripartitas que se apoyan en arcos fajones distinguiéndose en las claves de sus directrices la traza de una cruz en piedra en cada bóveda, haciendo alusión a la secu avión de la iglesia a la Santa Cruz; de cualquier manera, el claro corto de los extremos interiores de los cabezales de los contrafuertes se aprovecharon ingeniosamente para forjar nuevos arcos que son el sostén de las bóvedas de mampostería labrada. Por esta extensión de los muros interiores que forjan las capillas hornacinas laterales, el templo es el más reforzado contra empujes de volteo que tiene la ciudad. (nuestro un ensayo geométrico de su revisión dimensional según lo dictado por el español arquitecto Simón García en su tratado del siglo XVII, tiempo en que se diseñó y construyó de origen. Manuel, amigo y compañero de trabajo), también diseño su nueva fachada con un trazo eminente y académico, pero además limpio y austero que contiene portada, seis nichos para imágenes, ventana de Ciro, frontón a la manera del neo clásico con el relieve de la Paloma del Espíritu Santo, dado ahí el patronazgo adquirido por los misioneros de esa congregación desde 1929, al igual que el movimiento de La Cruz del apostolado que se venera en el templo, y el remate superior con una Cruz de piedra.
En el ensayo geométrico encontré en 2009 que su fortaleza supera lo dictado por el tratadista García, pues la estribación máxima de 2.54 metros es superada por sus estribos que miden 3.28 metros, lo que le confiere gran estabilidad.
Recuerdo que en el colegio de religiosas del Motolinia, nos daban dos puntos extras en conducta y otros dos en puntualidad si asistíamos a la misa de los sábados a las 9:00 hotas, a la cual asistí en varias ocasiones, llegando tarde, pero llegando. Saludos.