Cantera
Escrito en tres capítulos, el libro Morelia en el Bicentenario de la Consumación de la Independencia Valladolid-Morelia (1541-1828), describe la arquitectura y lugares emblemáticos de la “Ciudad de las canteras rosas”, iniciando con el Acueducto, una construcción indispensable en la nueva urbe desde el siglo XVI y hasta 1910, cuando deja de funcionar.
Bajo la coordinación de José Arturo Villaseñor Gómez, Carlos Juárez Nieto y Juvenal Jaramillo Magaña son los autores de esta obra que tiene como marco de referencia la celebración del Bicentenario de la Independencia de México para reflexionar sobre aspectos históricos que tuvieran como eje la capital michoacana.
El segundo apartado abre con la crisis económica y las conspiraciones en Valladolid hasta la independencia de España. La tercera unidad explica los cuatro nombres que tuvo la capital michoacana, además de las historias de los lugares más emblemáticos como lo son las plazas, casas y monumentos, sus usos del suelo y sus jerarquías de importancia política, social y económica.
Carlos Juárez Nieto, a través de breves textos como “El antiguo caño de agua”, “El Acueducto del siglo de las luces”, “Morelia y su Acueducto, del siglo XIX a Patrimonio Cultural de la Humanidad”, refiere 11 fuentes documentales para expresar en un lenguaje sencillo el primer capítulo del libro titulado El Acueducto de Morelia, en donde hace una descripción histórica sobre la construcción del monumento y la problemática social en torno al abasto de agua que se vivió desde el siglo XVI.
El segundo apartado de Juárez Nieto, De la Independencia al cambio de nombre Valladolid-Morelia, aborda los problemas sociales que ensombrecieron el panorama a los vallisoletanos, desde la crisis política de la monarquía española en 1808, pasando por la guerra insurgente y la consumación de la Independencia en 1821. La activa participación política que tuvieron en estos sucesos personajes como José García Obeso, los hermanos Michelena, José María Morelos y Pavón, Josefa Ortiz de Domínguez y Agustín de Iturbide, entre otros, da cuenta del protagonismo de algunos vallisoletanos en la construcción del México independiente.
Además, narra cómo el Imperio y la República fueron dos modelos políticos a seguir en la naciente nación mexicana, y en los cuales quedaron plasmadas las alternativas que siguieron los ciudadanos para proyectar un cambio de nombre de la ciudad en el año de 1828, cuando un grupo de diputados del Congreso del Estado propusieron el cambio del nombre, de Valladolid, por otro que rindiera homenaje a uno de sus hijos más ilustres, José María Morelos; sería el diputado José María Silva quien propuso que se adoptara el de Morelia.
Por su parte, Juvenal Jaramillo Magaña, aborda en el último capítulo “Morelia antes de ser Morelia”, los orígenes históricos en el siglo XVI de la ciudad de Morelia, “antes de ser conocida con ese nombre, antecediéndole los de: Nueva Ciudad de Michoacán, pueblo de Guayangareo, y Valladolid. Este tercer capítulo es una síntesis histórica del nacimiento de la ciudad y su lenta y difícil consolidación urbana, política y social, a lo largo de los tres siglos del dominio colonial”.
Dice Carlos Juárez, durante la presentación del texto, “queda de registro de la construcción arquitectónica y uso de iglesias, conventos, colegios, plazas, calles, casas particulares, las casas con historiales y los monumentos que hoy se constituyen como símbolos de la identidad moreliana: la Catedral y el Acueducto”.
Además, en el último apartado de la narrativa se plasma a los actores sociales que le dieron razón de ser a la capital michoacana como: de la iglesia, el Ayuntamiento, los funcionarios reales, los comerciantes, los barrios de indígenas que rodearon la ciudad, así como de mestizos y mulatos que con sus manos y esfuerzo modelaron la traza urbana que aun en la actualidad se puede observar.
Morelia en el Bicentenario de la Consumación de la Independencia Valladolid-Morelia (1541-1828) fue editado por el Ayuntamiento de Morelia, con un tiraje de 2 mil 500 ejemplares. La obra de 158 páginas, tiene como propósito el acercar el mayor numero de lectores que se interesen por la historia a sabiendas de que conocer sus orígenes y su transformación material y social fortalecerán los lazos de identidad y defensa de su integridad y existencia. El libro que fue presentado el pasado 23 de noviembre en el Palacio Municipal de Morelia, se distribuirá -según informó el municipio-, en escuelas de nivel básico, tenencias y el Archivo Histórico de esta demarcación.