Morelia, Michoacán.- Esta mañana en la placa conmemorativa del nombramiento del centro histórico de Morelia como Ciudad Patrimonio de la Humanidad (1991) por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se realizó un pequeño evento protocolario para recordar el 32 aniversario de ser inscrita la capital michoacana en la lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, evento al que acudieron representantes del gobierno municipal en lugar del alcalde Alfonso Martinez Alcazar, y donde el Director de Patrimonio Cultural del estado solo hizo acto de presencia, sin dar ningún mensaje. Además un acto donde se visibilizan las problemáticas que desde hace por lo menos 30 años no se han atendido y que han rebasado inclusive los pronósticos devastadores como; el crecimiento y hacinamiento del centro, un mercado turístico no sustentable, la gentrificación, la ausencia de normas y la falta de legislación reales para la protección y conservación de monumentos, dice Carlos Mendoza Rosales en su discurso.
El arquitecto Carlos Mendoza, dijo que hace 32 años Morelia recibió el nombramiento de la UNESCO como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque la zona de monumentos de Morelia fue inscrita en la lista de Patrimonio Mundial dignificando una meta de los tres órdenes de gobierno en conjunto con la sociedad civil que en su momento generaron sinergias para lograr tal objetivo.
A la distancia de aquel día histórico para Morelia, queda la pregunta de cuál es el significado de tal distinción, dice Mendoza Rosales, “evidentemente los atributos que Morelia tenía en aquel entonces eran totalmente independientes a su inscripción en la lista de Patrimonio Mundial, Morelia tenía sus valores patrimoniales con o sin el reconocimiento”.
En cuanto al análisis y valoración del centro histórico y su traza urbana para determinar su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO es la noción de Valor Universal Excepcional, término que se define como la relevancia cultural y, o natural tan excepcional que trasciende las fronteras nacionales y es de relevancia para las generaciones presentes y futuras de toda la humanidad, explicó el orador.
Adicionalmente se revisaron nociones de integridad y autenticidad aspectos sustantivos si se considera que en concordancia con la carta del 94 y su antecedente de la carta del 64, la conservación del patrimonio cultural es sustancial a nuestra capacidad para comprender dichos valores y esto depende en gran medida de la certeza de las fuentes de información donde el monumento en su más amplia acepción se convierte en documento por sus múltiples historias, refiriendose a procedimientos constructivos, a los materiales utilizados, tipologías, formas y lenguaje arquitectónico, características optico-apticas. Así la zona del Centro Histórico fue considerada como un bien inestimable e irremplazable para la humanidad y el Estado Mexicano al haber sido parte de la Convención de Patrimonio Mundial y adquirir compromisos destinados a su protección y adoptar políticas generales encaminadas a integrar la protección del patrimonio, así como a establecer servicios de protección, conservación, revalorización y sanciones para quien las infringe. Llevar a cabo estudios científicos, técnicos, administrativos y financieros adecuados para la protección de viviendas; compromisos que se ven constantemente amenazados por la presión que la dinámica urbana derivada del crecimiento acelerado de la ciudad introduciendo cambios no deseados en el uso de suelo y la presión inmobiliaria que propugna por una mayor rentabilidad y derivando en muchos casos de la gentrificación y la presión de un mercado turístico no sustentable que utiliza el estatus de Patrimonio Mundial como etiqueta de marketing publicitario sin contar con instrumentos adecuados y específicos que permiten dimensionar las capacidades de carga o acogida en forma general y de información para generar estrategias para atender hacia dónde se logra el equilibrio entre la conservación del patrimonio y la explotación racional de la ciudad.
También Carlos Mendoza reflexiona sobre la tensión que se produce como respuesta de visiones contrastantes por un lado la obligatoriedad de proteger el patrimonio y por otro la necesidad de adecuaciones ante la demanda de modernidad lo que hace necesario plantear soluciones creativas y encontrar el punto medio entre cuestiones dogmáticas y necesidades atendibles. La demanda de instalaciones de estructura de equipamiento como respuesta satisfactoria requerida. El acelerado proceso de despoblamiento documentado desde el 2001 en el Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Centro Histórico y cuyos pronósticos desafortunadamente han sido revisados, dice.
Para Mendoza Rosales, todo lo anterior lleva al planteamiento ¿qué deberíamos estar haciendo ante tal reto? entonces expresa “todo se puede sintetizar en la gestión de un nuevo modelo de gestión integral entendido como establecimiento de planes, programas y proyectos de donde se deriven políticas públicas estrategias y acciones diversas que posibiliten la convivencia armónica de los intereses que confluyen en el entorno dinámico anteponiendo en todo momento la conservación de su valor universal excepcional, sin olvidar que el debate de la noción integral no está concluido a la luz de los problemas que emergen con su implementación de donde destacan la desarticulación de las políticas de planeación urbana de territorio patrimonial, la conservación del patrimonio edificado y su manejo y funcionalidad como recurso turístico en todos los aspectos”.
En la Declaración de Valor Universal Excepcional que formó parte del expediente para inscribir al centro histórico de Morelia como patrimonio mundial se manifestaron una serie de consideraciones, “cuando se habla de Valor Universal Excepcional parece que se habla de algo muy abstracto y es algo concreto que se debe cualificar y se puede describirse, de esta manera la zona de monumentos históricos constituye en América Latina un modelo original de desarrollo urbano del siglo XVI y que su traza conjuga las teorías urbanas de la España renacentista y la experiencia mesoamericana que suscriben historiadores” afirmó Mendoza Ramos.
Carlos Mendoza también expuso que el estilo Barroco en Morelia, que expresan los monumentos es a través de un lenguaje particular en la variante denominada barroco tablerado término acuñado por Manuel González Galván, que se encuentra presente en gran parte de sus edificaciones y la diversidad de estilos arquitectónicos que se puede apreciar originados entre el siglo XVI y XIX que conviven armónicamente al haber utilizado un lenguaje común pero con diversos acentos.
Así exhortó a autoridades y ciudadanía “Esas características y atributos que le confieren a nuestro centro histórico la extraordinaria excepcionalidad son las que deben ser cuidadas y protegidas mediante los instrumentos normativos y jurídicos que permitan a las autoridades competentes llevar a cabo su función”.
Casi finalizó, Mendoza Rosales, mientras hizo manifiesta la importancia de revisar el Plan de Desarrollo Urbano de Morelia 2022-2041 “que plantea oportunidades que deben desprender de otros instrumentos la organización del programa parcial de desarrollo urbano del centro histórico de Morelia que data desde el 2001 y su plan de manejo, el cual debiera concebirse en diferentes órdenes de escala partiendo desde un ámbito macro considerando el hito urbano de su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad así como en el aspecto micro desde el manejo integral y sustentable de la zona de monumentos y transición y los edificios significativos como la Catedral, el Acueducto, o el Palacio de Gobierno por citar algunos. Adicionalmente es imperiosa la implementación de un reglamento de construcciones específico para el Centro, ya ha habido en el pasado esfuerzos por contar con métodos necesarios para la protección del patrimonio pero desafortunadamente se han antepuesto intereses particulares sobre el interés público”.
“En el marco de esta conmemoración de la declaratoria del Centro Histórico de Morelia como Patrimonio cultural de la Humanidad es necesario que se abran los espacios que posibiliten que los actores privilegien el bien comuni propugnando por la protección del Valor Universal Excepcional y su capacidad de velación en la que se encuentra nuestra identidad y se salvaguardan las peculiaridades locales únicas promoviendo un desarrollo sostenible para que las generaciones venideras disfruten de la originalidad, autenticidad y vigor del centro Histórico” concluyó, el orador.
En el evento, además estuvieron presentes Gaspar Hernández Razo, Gerente del Centro Histórico de Morelia, en representación del Ingeniero Alfonso Martínez Alcazar; Pedro Núñez Gonzalez, Secretario de Movilidad del ayuntamiento de Morelia; Esperanza Ramírez Romero, precursora del nombramiento de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad; Marco Calderón Bustos, Director de Patrimonio Cultural del Estado; Carlos Higar Pardo, Carlos Primo Torres Arenal, Katerin Etinger y Jaime Hernández Díaz en representación de ICOMOS Michoacán .