El Jardín Héroes de 1847 es una plaza distintiva en la capital michoacana por sus características arquitectónicas al carecer de un monumento religioso que complemente el paisaje urbano. Este jardín hoy se encuentra derruido por el constante vandalismo que en últimas fechas ha ido sufriendo.
Sucio, con grafitis y pintas, descuidado y con pocas casas habitación a su alrededor, el cuadro que comprende las calles Sor Juana Inés de la Cruz, Isidro Huarte y Bartolomé de las Casas en el Centro de Morelia, actualmente es una zona en la que han emergido bares y cafés que enmarcan el Jardín de Héroes del 47 y que según el historiador Ricardo Aguilera (2017), fue construido en el siglo XIX con una visión que mejoraría la higiene y limpieza en la ciudad.
Este jardín cívico cuenta con bancas de cantera que ahora han perdido su ritmo visual al ser portadoras de grafitis multicolores y pintas, además el hedor del lugar llega a penetrar la nariz de los transeúntes con orines humanos, el vómito de algún alcohólico que sale de los centros de diversión. Este espacio que por años fue un lugar en calma, ahora es un rincón ruidoso.
Los bares y cafés que hacen periferia con este jardín en el oriente de la ciudad, creado en honor de los 600 michoacanos que combatieron contra la invasión norteamericana de 1847, por mandato de Melchor Ocampo, han tomado el jardín como una terraza para poner mesas, sillas y sombrillas y dan pie a que los consumidores de alimentos y bebidas descuiden este rincón que tampoco los vecinos barren ni limpian. En donde las casas también sufren vandalismo.
Una escultura de José María Morelos y Pavón se localiza en las áreas verdes del jardín, con una espada extendida hacia enfrente y mostrando “Los Sentimientos de la Nación” con la otra mano, esta escultura se colocó para celebrar el 200 aniversario del inicio de la independencia de México.
El jardín de Héroes del 47, llegó a tener diversos nombres como “Jardín de Sor Juana Inés de la Cruz”, pero también “Plaza del Bosque” y “Plaza Huarte”. Ya entrada la década de 1920, se le denominó como lo conocemos actualmente.