Una de las arterias de la capital estatal es el Boulevard García de León, que es un arrollo circular y que además tiene un cinturon verde y en el que convergen las colonias Nueva Chapultepec, norte y sur. Además de ser un canal de unión entre las avenidas Camelinas y Ventura Puente.
No todo el tiempo fue así. En origen fue un brazo del Rio Chiquito y así se explica que tras años de habitar esta zona, se inunde en temporada de lluvias, el agua tiene memoria y aunque rectificado su caudal a principios de 1940, el agua no olvida.
El investigador Ricardo Pérez Munguía, en una entrevista realizada para el portal en15días.com, narra las obras hidráulicas que se han realizado históricamente, y en específico en las que han impactado severamente el cauce del río Chiquito.
El primer impacto que sufrió el Rio Chiquito fue la construcción de un acueducto sólo ocho años después de la fundación de la ciudad de Morelia que finalizó su construcción en 1731; después la construcción de los “Filtros Viejos” en 1903; entre 1934 y 1939 se rectificó el cauce del río Chiquito; además de las obras hidráulicas de represas realizadas entre 2006-2008 y 2012-2014, hasta la construcción del Libramiento Sur de Morelia- Ramal Camelinas.
Para el investigador de la Universidad Michoacana la obra hidráulica con mayor impacto al río Chiquito fue la realizada entre 1934 y 1939; cuando su caudal se rectificó desde el lugar donde se hallaba la toma del acueducto hasta su unión con el río Grande creando un canal recto. No obstante, el lecho original, sobre el actual Boulevard García de León, siguió corriendo con un caudal menor, hasta que en los años cincuenta fue entubado como drenaje de aguas negras.
“El caudal del río Chiquito ha sido afectado desde 1934 cuándo se hizo un desarrollo de un acueducto para atraer agua potable para Morelia”, explica.