Cantera
Un mayor compromiso, se requiere de las autoridades con la riqueza implícita de Michoacán, además de actualizar una legislación rebasada en materia patrimonial y que evaden municipios y el estado mismo, al considerar que sólo incumbe a la federación, señaló el doctor Jaime Hernández Díaz, coordinador estatal de Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), durante su ponencia en el Foro de Participación Ciudadana para la construcción del Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán (PLADIEM) 2021-2027.
Esta visión, agregó, se debe relacionar con el patrimonio cultural tangible e intangible a través de una política incluyente y plural, toda vez que la anterior administración no promovió su preservación y rescate.
En una participación de especialistas, realizada en el Sistema Michoacano de Radio y Televisión este lunes 22 de noviembre, el historiador señaló que el concepto de patrimonio no puede reducirse a la edificación misma, tiene que ver con la historia, su documentación, con los distintos haberes, las técnicas constructivas mezcladas entre la Conquista y la colonización para formar parte de un patrimonio edificado. “Michoacán cuenta con una riqueza en su historia y sus documentos de los archivos públicos y privados, justamente por esta razón el estado es emblemático en nuestro país en cuanto a las características y valores excepcionales que tiene su arquitectura religiosa, colonial y mestiza”, enfatizó.
Hernández Díaz destacó que existe una visión equivocada en pensar que estas edificaciones sólo reflejan un espacio y eso genera una idea mercantil que daña la riqueza del patrimonio público estatal, aspecto en el que consideró que está en riesgo el patrimonio edificado de Michoacán, tanto por cuestiones naturales y otra por la carencia de una política adecuada en las instituciones públicas, al igual que de las comunidades que resguardan patrimonio y por la ausencia de políticas de protección y restauración de los monumentos.
Prevención y programas que tengan que ver con factores de riesgo, definió, y que permitan elaborar planes de manejo orientados a la prevención. Hay una tendencia de buscar la incorporación en una lista mundial a los patrimonios, siempre que venga la preservación de la cultura, aunque existe una corriente a favor de mercantilizar el turismo, que incluso deja de lado la participación de las propias comunidades.
Se ha avanzado mucho en aspectos de promoción cultural, como los festivales, pero no en la conservación del propio patrimonio. En cuanto al patrimonio material edificado, la Ley Federal de Monumentos que data de 1972, hoy en día no responde a todas las exigencias, porque no apela a la participación social, aunque también hay voces neoliberales a favor de mercantilizarlo, aspecto que señaló no compartir.
Ante esa visión del mercado, indicó, debe actualizarse la legislación en materia de Patrimonio, ya que las políticas públicas estatales y municipales, se han desentendido de la legislación respectiva, dejando el tema a la federación a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El problema del patrimonio material, independientemente del turismo y su importancia, es que se tiene que partir de una visión y una política de turismo cultural, como un elemento de desarrollo pero con una visión de la defensa misma del patrimonio, por lo que es importante en el diseño de una política pública que busque preservar el patrimonio material de Michoacán.