Aún no se conoce con exactitud el lugar de su ubicación. Algunos autores han sugerido algunos lugares, pero aquí citaré documentos y comentarios que acotan el sitio.
CUARTA PARTE de cuatro.
Juan Cabrera Aceves
Antes habrá que razonar que desde 1544, año en que se iniciaron los trabajos de la traza de la ciudad a partir de la plaza de San Francisco se daría por contado que ya pensaban en dejar lugar para una catedral que pretendían españoles y el virrey Mendoza en contraria a la decisión de Quiroga de haber fundado en Pátzcuaro la llamada ciudad de Michoacán y no en Guayangareo y que para la catedral podría ser un gran espacio como el que hoy tiene el sitio con la plaza y solares para casas episcopales, ayuntamiento, justicia etc., ya preparada con anterioridad para ofrecer este lugar para cambio de la sede y ciudad principal de gobierno.
En un documento de 1583 el escribano público de Valladolid Antonio Samaniego afirma “que vio la sacristía, la pared del retablo mayor y por las azoteas las dos esquinas maltratadas y se llueve… y en las azoteas están abiertas y arruinadas las dos esquinas que caen a la frontera del monasterio de San Agustín.“ Para entender mejor esto, es de suponerse que en templo de San Agustín, al igual que todos los monasterios de la época, contaban con un cementerio al frente (más tarde atrio), pero también a los lados y en la parte trasera con una superficie más amplia y generalmente bardeada donde tendrían huerto para el monasterio; así como también lo tuvo San Francisco y los carmelitas en ese siglo en la ciudad. El huerto agustino y su barda correspondiente al lindero norte bien pudo abarcar en el siglo XVI hasta la hoy calle de Allende (que sería mencionada en otro documento como calle de San Francisco, pues venía desde la plaza ya existente de San Francisco). razón por la cual el testigo y escribano menciona que dos esquinas de los muros de la primitiva catedral quedaban en colindancia con el monasterio de San Agustín, que sería su barda atrial y la calle de San Francisco.
Otro documento fechado en 1644, ya pocos años antes de iniciar la nueva catedral, Sebastián de Guedea , alarife entonces de la ciudad, y Juan de Santiago, maestro de lazo y armaduras declaran en una revisión a la iglesia : “llegando por la parte de la torre que mira hacia el oriente y sale a la placeta de las casas episcopales y cale de San Francisco y la que viene de la Ciudad de México” (hoy avenida Madero).
El plano de Valladolid de 1579, que más que plano es un croquis hecho para un deslinde de tierras de la Hacienda del Rincón, pero también proporciona muchos datos y puede sugerir la presencia grafica de la ubicación de la catedral primitiva entre las dos calles ya mencionadas, y distingue en dibujos ingenuos edificios más altos y relevantes que otros del mismo dibujo, así como los que son templos que llevan su torre campanario. Para 1579 debía aparecer en ese plano ya la primitiva iglesia que tenía dos años ya en construcción y que estaba lista para ser dedicada.
Hay autores que han sugerido su ubicación en la hoy Plaza Ocampo y otros junto a la iglesia catedral actual en su lado poniente, donde están hoy las oficinas del obispado o mitra, pero aparte de que no citan documentos de soporte, resulta ilógico que la hubieran plantado a un lado de lo que iba a ser el gran agujero de cimentación de la catedral de más de 6 metros de profundidad y por las dimensiones de la misma la obra debió ocupar mucho espacio circundante al edificio para instalar los andamiajes, talleres de labrado y acopio de material que hubiera sido imposible tener ahí pegada a la obra nueva en proceso a la iglesia primitiva; analizado el plano de su planta, tenía además de la puerta principal, dos puertas laterales. Si hubiera estado pegada a la construcción de la obra, ¿para que querían una puerta lateral?, pues estaría prácticamente sin acceso. Considero se explica más su ubicación en la plaza, entre la calle San Francisco y la calle que era el camino a la Ciudad de México, como lo propongo en uno de los planos anexos.
Para la orientación de la planta, propongo que cumpliría la premisa que tenían la mayoría de los templos en el siglo XVI, que fueron trazados con la portada de acceso hacia el poniente, para orar viendo al altar hacia el oriente, como lo estaban en ese mismo siglo en la ciudad tanto el templo franciscano como también el carmelita; no habría mucha razón de hacerlo diferente. Algunos autores atribuyen esta disposición de “orientar el templo”, en Nueva España para rezar hacia Tierra Santa, atendiendo al simbolismo cristiano, al menos desde el románico En Santo Tomas de Aquino leemos: “Es conveniente que adoremos con el rostro vuelto hacia el oriente primeramente, para mostrar la majestad de Dios, que nos es manifiesta por el movimiento del cielo, que parte del oriente; en segundo lugar, porque el paraíso terrenal existió en oriente y nosotros tratamos de volver a él; en tercer lugar porque Cristo, que es la luz del mundo, es llamado Oriente por el profeta Zacarías, y en cuarto lugar, porque por el oriente será cuando aparezca en el último día, según las palabras del Evangelio de San Mateo: “Como el relámpago que sale del oriente y sale hasta el occidente, así será la venida del hijo del hombre”.
San Agustín dice por su parte: “Cuando estemos de pie para orar, nos volvemos hacia el oriente, que es donde sube el sol”. consideremos que, si estaba la iglesia vecina de San Agustín “orientada”, y el obispo que reviso y autorizo el plano de la primitiva catedral era un agustino, cobra más peso el afirmarla con esa disposición], repito, costumbre muy guardada en la mayoría de los templos del siglo XVI.
De la ubicación de la Torre campanario en la planta del templo
En la planta del templo aparece la escalera de caracol con un letrero que señala que sube al campanario, al igual que en la crujía posterior pegado a un muro parece decir “campanero” o “campanario”, siendo la ubicación de ese caracol atípico, ya que la mayoría de los templos usaban esta escalera ubicada a la entrada de la iglesia y por debajo o por un lado de la torre, que también en ordinario se ubicaba en la parte frontal de la fachada y adjunta al cuerpo de la nave. En este caso se encontraría en el extremo opuesto, quizá por darle el espacio que ocupa el Sagrario catedralicio, pero el estar alejada la escalera no necesariamente demandaría que la torre también se ubicara atrás, sino precisamente por la azotea de envigados, terrados y enladrillados podía el campanero caminar hacia la torre si estaba situada en la fachada frontal, atendiendo a su vez su puesto de estar pendiente de las acciones litúrgicas para subir y tocar las campanas. Esto fortalece también el supuesto de los techados horizontales con enladrillados sobre los espacios de Sagrario, Bautisterio y Sala del Cabildo.
También en otro documento se menciona que en el primer piso subiendo por la escalera de caracol se encontraba el dormitorio del Sacristán, lo cual fortalece la altura presentada aquí, tanto del cuerpo del templo como de la dicha torre.
Resumo esta cuarta parte de las hipótesis para esta sufrida y olvidada iglesia catedral, hecha de adobes y madera, pensada solo “de prestado”, que nació humilde, y si vivió con problemas constructivos, (quizá no tan graves como lo hacían ver los cabildos interesados en ser apoyados para la construcción de una nueva catedral), pero las circunstancias no fueron favorables para iniciar la nueva hasta la segunda mitad del siglo XVII , y fue justo hasta el inicio del siglo XVIII, cuando se pudo ya celebrar en la nueva y seguramente fue demolida la primitiva para liberar el espacio que ocupaba y terminar su vida útil que lo fue de más de 121 años habiendo sostenido la cátedra de 16 obispos.