Con la presencia de autoridades estatales, académicos de la máxima casa de estudios de Michoacán,, exretores y exgobernadores del estado, se inaugura esta tarde las mesas de trabajo y conversatorios que a través de la vida laboral de Jaime Hernández Díaz en cinco décadas de labor realiza a propósito de su andar en la política, la actividad cultural y el trabajo académico, los días 9, 10 y 11 de octubre en el Museo Regional de Michoacán “Nicolás León”.
El doctor Jaime Hernández Díaz agradeció a los presentes por la organización del evento y enseguida disertó sobre su labor a través de 50 años “en el mes de octubre de 1974 inicié en mi vida académica en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo), cuando todavía era estudiante de las carreras de derecho y de historia, Me inicié como profesor por horas en la recién creada preparatoria José María Morelos y Pavón. por ello estoy cumpliendo 50 años de trabajo interrumpidos” (…)
Hernández Díaz, dijo que “han sido 50 años de vida que tienen como ejes centrales la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), no cabe duda y sin apartarse de ella he incluso en la vida política, en realidad son 50 años con diversas experiencias que de alguna manera se entrelazan que corren paralelas y difícilmente se pueden explicar una sin la otra si bien, es cierto que mi presencia en la universidad se ubica en 1973 y con la lectura de la obra de Aníbal Ponce titulada, “Humanismo burgués, humanismo proletario” autor que fuera profesor argentino de nuestra universidad en la década de los 30, libro que leí siendo preparatoriano nicolaita de esa época. También me marcó indeleblemente el libro producido por el rector de entonces de la Universidad y que me impactó titulado “México y la revolución socialista cubana”, editado en 1966, en realidad esas son mis primeras lecturas propias de acercamiento al pensamiento socialista en la escuela de historia,en aquella época la enseñanza de la historia tuvo un claro enfoque marxista que nos brindó mi querido profesor Martín Tavira Uriostegui, me llevó a comprender el devenir histórico de México y quizás otros acontecimientos”.
Refiriéndose a “esos 50 años transcurrieron en una época histórica, que afortunadamente nos tocó vivir a mi generación, tanto por lo que convivimos en la Universidad como en el país. Ingresé y me desarrollé lo dije hace unos días en la facultad de historia en una universidad que aún se asumía como socialista y su Ley Orgánica iba más allá, era claramente de corte marxista. Ingresé a una universidad combativa progresista en la que se cuestionaban el sistema capitalista de producción que abre también en su historia profunda de carácter nacionalista, pero que vivía esta universidad intensamente su papel cuestionador ante la ausencia de un verdadero sistema democrático en el país. No me cabe la menor duda que la universidad cubría con creces ese espacio ausente yo estoy convencido, sencillamente que mi universidad era producto de lo mejor que produjo la revolución mexicana de 1910”.
La experiencia en la universidad como estudiante profesor siempre fue y ha sido un permanente aprendizaje, no sólo del conocimiento, sino de prácticas democráticas. Aquí en mi universidad, aprendí lo que era la democracia, aprendí a competir para alcanzar cargos estudiantiles magisteriales para lograr la representación en el Consejo universitario, era una manera permanente de experimentar la confrontación de ideas y de enseñarse a discutir respetando a los otros, aunque algunas veces nos ocurrían algunos excesos ese ambiente nicolaita, sin duda marcó a toda mi generación en la universidad y le permitió formarse en el seno de la misma con un espíritu libertario y crítico en la que además para fortuna pasamos muy pronto de estudiantes a profesores y por ello con nuestro espíritu juvenil, contribuimos a formar sindicatos a luchar, por formas más participativas en la toma de decisiones de la institución, porque en mi universidad se debatía abiertamente sobre el carácter de la universidad sobre sus funciones educativas sociales y claro y por ello teníamos los estudiantes y profesores diversas concepciones y maneras de pensar la llegando inclusive en ocasiones hasta tener confrontaciones, pero casi siempre a saber las resolver a través de la vida democrática universitaria Ese ambiente en el que nos formamos mi generación, lo proyectamos en nuestra vida profesional, y algunos que no todos fuimos más allá, asumimos el compromiso de luchar y de militar en las filas del Partido Comunista Mexicano, de luchar por la democracia y el socialismo, no sólo como una idea abstracta, idílica, sino como un motivo de lucha y lo hicimos honestamente, dijo el homenajeado, Hernández Díaz.
Luego de sus primeros años como estudiante dijo el académico “transmite muy pronto al ejercicio de la docencia que no he dejado de practicar. Hasta estos días. Esa experiencia resulta todavía para mí muy atractiva, aleccionadora y estimulante Además de transmitir conocimiento y contribuir a formar estudiantes, es una actividad que disfruto enormemente con mis alumnas y alumnos a lo largo de estas cinco décadas, han desfilado por mis aulas cientos estudiantes, algunos de ellos se consolidaron en sus quehaceres históricos y políticos y son destacados profesionales en sus áreas. Ello me llena de alegría y siempre me ha estimulado en mi actividad en este quehacer lo que les puedo decir es que siempre me he esforzado por estar actualizado en las corrientes de pensamiento, historiográfico el derecho, la cultura y por transmitir esos conocimientos de una manera respetuosa, amena y disciplinada, asumí la función de profesor de preparatoria de licenciatura en las facultades de historia de derecho en el posgrado, asumiendo siempre una convicción ideológica y un compromiso por el cambio respetando invariablemente el principio de libertad de cátedra, de respetar a los estudiantes y sobretodo el compromiso de nuestra universidad por el estudio, la seriedad en el trabajo y la profesión”.
Rememoró además el primer periodo como docente, pero más aya de la vida académica manifestó ser un hombre al que le atrae la política, pero sobre todo su estudio desde la academia más que en el ejercicio de la misma. Manifestó ser un hombre de izquierda y trabajar por lo que llamó su partido el PRD, en la década de los 80. Además comento su participación en el expediente que diera nombre a Morelia como Ciudad patrimonio de la Humanidad en 1991; de como asumió el cargo de Director del Instituto Michoacano de Cultura y posteriormente como secretario de la Secum.
Casi para terminar confesó el homenajeado“me sigue atrayendo la política y me gustaría actuar en el escenario, pero ahora de la batalla intelectual, combatir las ideas de algunos intelectuales, neoliberales algunos que tienen sus orígenes incluso en la izquierda pero que presentan sus verdades como las únicas y fundamentalmente me atrae volver a escribir, debatir, discutir porque creo que hace falta ahora más que nunca. El país requiere de una intelectualidad independiente, libre crítica que defienda con rigor ideas profundas el proyecto de transformación y del cambio que estamos viviendo. Creo que esa podría ser una contribución en lo que me queda de vida.
El doctor Jaime Hernández Díaz es profesor investigador de tiempo completo y exrector de la Universidad Michoacana de Hidalgo (UMSNH), así como exfuncionario de cultura estatal. En el discurso inaugural Igor Cerda Farías, director de la Facultad de Historia de la universidad michoacana, dijo que “Hernández Díaz es aquel que enseña, es una persona respetuosa dispuesto a transmitir a compartir sabiduría. Es una persona humilde tranquila”, manifestó que es un privilegio poder conocer al hombre honorable que también forma parte de la historia académica de la Facultad a su cargo, de la rectoría y de la vida pública de Michoacán.
En el evento estuvieron presentes la secretaria de Bienestar, Andrea Janeth Serna Hernández el doctor Igor Cerda Farías, director de la Facultad de Historia Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH); Doctor Moisés Guzmán Pérez, director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UMSNH; el doctor Jaime Reyes Monroy, director del Museo Regional Michoacán. Además, se encontraban el Doctor Salvador Galván Infante así como el doctor Medardo Cerda González