Información histórica de su dimensionamiento
Juan Cabrera Aceves
Derivado de los otros peritajes de que fue objeto la obra y el trabajo de Baroccio su arquitecto, como ya se vió en los pasados relatos, podemos inferir datos sobre la forma, dimensión y profundidad de la cimentación, como la de lo declarado por los peritos Juan de Rivera y Nicolás Cortes de Villaseñor, el 11 de Diciembre de 1664 en donde hacen una descripción somera de cómo están compuestas las piedras debajo de las pilastras.
Para 1671,el 12 de Julio, realiza otra declaración el maestro de arquitectura Juan de Santiago en compañía de José Bayas, con lo siguiente:
1.-Que la nave de en medio tiene 12 varas de medida, menos 1/12 de ancho.
2.-Las naves procesionales 8 varas y 1/3”.
3.- De largo interior de toda la iglesia 88 varas y 1/2.
4.-“Los pilastrones 3y 1/2 + 1/32 varas de grueso, medidas por el primer asiento, con vuelo de basa y zoclo”.
5.- La caña de los pilastrones tienen 3 + 1/32 varas de “ vivo a vivo”.
6.- “El cuadrado de las naves procesionales tienen muy igual correspondencia”.
Del anterior levantamiento solo expresaron que Baroccio se excedió de lo planeado en 2 y 1/4 varas de lo largo, pero que esto era necesario. Que en el ancho de la iglesia el maestro se ajustó a lo planeado; que las pilastras tienen suficiente fortaleza y permanencia y “que faltaba por hacer de esta obra otras 3 partes más de lo que tiene obrado, regulando que lo que se tiene de la superficie del terraplén más lo que tiene de cimientos, hallan que estos miden otro tanto como lo que se tenia de altura a ese día“. (de los muros y pilastras que eran 8 hiladas de piedra de 1/2 vara, 42 cm cada una, (o sea 3.36 m de profundidad en roca viva). [Se comprueba además, en los demás peritajes, que a la misma profundidad Baroccio ligó ortogonalmente los cimientos (zapatas) de cada pilastra, formando una retícula con muros gruesos y soterrados de piedra labrada a la misma profundidad de su desplante, (muy probablemente con la misma piedra que sacó de la excavación o corte de la “roca viva”, pues no hubiera tenido caso sacar piedra para traerla de otro lado )].
Posteriormente el 10 de Enero de 1692, muere Vicenzo Baroccio y se suspenden las obras, que ya llevaba “16 bóvedas cerradas”.
La obra se continúa al año siguiente, por Juan de Silva, (próxima cuarta parte)… y en 1701, treinta y siete años después de las acusaciones a Baroccio, el obispo de Michoacán se expresó así de él: “eminente como lo calificaban las muchas obras que había ejecutado en este reino y le habían dado nombre”… y al referirse a él Matías de Santiago, discípulo de Baroccio a quien se le encomendó proseguir con la obra de las fachadas junto con Juan de Silva, porque “es sumamente instruido en la planta y proporciones de la dicha fábrica, como que había sido discípulo y asistido en ella a Vicenzo Barrocio su maestro…. habiéndole Matías de Santiago en secreto, el corte de las piedras, trazos de monteas… y otras proporciones con que “no se conocía su ignorancia en que había sido sumamente eminente e igualmente avaro”.
Así es como Vicenzo Baroccio de la Escayola, nuestro personaje en este artículo, escribió sus secretos de oficio en las mismas piedras de la iglesia catedral (a la manera medieval, siguiendo el llamado “secreto de gremio”, que heredaban sus trazos geométricos y plantillas solo a uno o dos discípulos o hijos). Geometría, Física, Estática Gráfica , proporción armónica, solidez, solo se pueden leer en las piedras entendiendo el idioma de la cultura constructiva del pasado.
El viento le pegó duro al principio a Baroccio, pero resistió; no lo tumbó; así como no ha tumbado al edificio que nos dejó, con la venia de Cristo Salvador en esta iglesia transfigurado, y que después de más de 350 años no tiene un pelo de cuarteadura. (continua cuarta y última parte)