Justo en una de las esquinas que se encuentra entre las calles de Juan José de Lejarza y Antonio Alzate, en el Centro de Morelia está la Pila del Gallo, que se encontraba detereorada, con filtraciones en sus hendiduras, además de que las grapas que unían sus pidras para darle forma octagonal, algunas ya estaban flojas. La fuente muy sucia, graffitis y partes de piedras faltantes hicieron que el ayuntamiento, desde la Coordinación del Centro Histórico, desde hace cuatro días se abocara a restaurarla. Los vecinos de aquel barrio esperan que se coloque una répilica de la escultura original, que fue de piedra negra y barro, que tras su hurto el siglo pasado, se colocó una figura urbana de latón
Mario Marqués, es el restaurados oficial, encargado de limpiar y entregar la pila en buenas condiciones. Comenta que se han tapado las juntas de las piedras, “se quitó el cemento viejo porque estaba tronado, en cambio se coloca cemento nuevo, resanando con polvo de cantera y color. Además se colocan grapas de acero forjado a algunas pasaportes que ya se habían perdido, otras que estaban flojas se amacizan con cemento plastico”. Informó que aun tardarán una semana más para poder entregarlar la restauración a las autoridades.
Sobre la figurilla del gallo negro, que debe ir como era la original, dicen los colonos, aun no hay información oficial. En este espacio han estado colocadas figuras de barro o piedra volcánica negra. Actualmente la fugar es de latón y ya se encuentra en estado decadente. En cuanto a las piezas rotas de cantera que se ven a simple vista, el restaurador Marqués, afirmó que se colocará también cemento para rescatar la figura de la pila octagonal.
En otro momento Gaspar Hernández Razo, Gerente del Centro Histórico de Morelia, manifestó que se colocará una escultura de gallo de piedra negra que sustituya a la actual de metal.
La cantera de la pila, en ete momento se encuentra limpia, presenta manchas pero son ya por el tiempo de la pila, que está colocada en la ciudad desde el siglo XIX para abastecer de agua a los habitantes del barrio.
El muros que se encuentra sobre Juan José de Lejarza, se restauró con pintura a la cal, porque ya sus junturas estaban llenas de humedad y al ser este un muro muy antiguo, se busca su mantenimiento para que perdure el ambiente original que enmarca a la Pila del gallo.
Ficha Técnica
El nombre por el cual se le conoce este espacio lo recibió tomado como referencia un tendajón ubicado en las inmediaciones. El elemento central de este espacio es la pila conformada por un brocal debelado de la plata octagonal, que presenta un pronunciado relieve de trazo circular entre la cara exterior. La unión entre los ciliares esta reforzada con grapas metálicas que son visibles en el lecho superior de esta pila. en el eje del brocal se localiza un surtidor definido con un pedacito de seccipón octagonal que remata con una escultura de un gallo de metal, el cual susututlle al gallo original que era de cantera negra y barro.
Leyenda de la Pila del Gallo
Cuenta la historia que, en las cercanías de aquella pila, habitaba una noble joven invidente que salía todas las mañanas a la fuente para llenar los cantaros de agua de sus encajosas tías. Ante los constantes abusos de esas señoras, encontraba consuelo en la compañía de un gallo negro al que distinguía del resto del gallinero por su peculiar canto.
Cierta mañana, un visitante llegó y con dulces palabras cortejó a la muchacha ofreciéndole la oportunidad de escapar de sus tías y casarse con ella. Después de ahorrar lo suficiente para su escape, el día de la fuga llegó, y con la ilusión de una mejor vida, la pareja emprendió camino con destino a Zamora.
Pero el ruin hombre solo engañó a la joven ciega, la hizo caminar por toda Valladolid, Santa María y Jesús del Monte durante tres días hasta que una mañana volvieron a la pila, ahí, el hombre hizo esperar a la joven, él tomó los ahorros y pertenencias de la muchacha para luego escapar. Ella esperó por horas hasta que las burlas de sus vecinos y el peculiar canto de su gallo negro le hicieron conocer su verdadero destino, la noticia corrió hasta sus tías quienes a base de empujones la regresaron a su casa, el dulce corazón de la muchacha se llenó de amargura y frustración.
En un día fatídico para la ciudad, apareció un hechicero, famoso por haber escapado de la Santa Inquisición. Se decía que había logrado escapar gracias a un pacto realizado con el maligno, quien rompió sus cadenas y lo hizo invisible a la vista de los carceleros. Este hombre se encontraría con aquella joven sumergida en amargos sentimientos, pronto comenzarían a entablar una relación maliciosa y a practicar el arte adivinatorio para favorecerse de las ganancias de aquellos que acudían con ellos. Ahora el gallo negro anunciaba la hora en que la gente podía acudir a consultar las visiones del hechicero, los embustes y las orgías.
Los actos de aquellos dos pronto llegaron a los odios del Santo Oficio, mismos que tomaron cartas en el asunto y lograron aprehender al brujo junto a la joven cómplice. Los dos fueron acusados de brujería y meses después fueron ejecutados. Por aquellos días, se le solicitó a un fraile exorcizar la siniestra pila, porque había quienes afirmaban que durante las noches aún aparecían brujas danzando de forma macabra alrededor de la pila.