El Templo de San Francisco de Asís está de fiesta. Ubicado frente a la Plaza Valladolid, el conjunto se constituye en la arquitectura religiosa más antigua de la ciudad y este 4 de octubre es su celebración patronal.
Los franciscanos fundaron el templo de San Francisco y el convento de San Buenaventura, en la antigua Valladolid en 1543, cuando se levantó una capilla de adobe y posteriormente se construyó el templo con materiales de piedra y se terminó en 1610.
La fachada del templo de San Francisco tiene una gran puerta arqueada, y en su parte superior se encuentra la ventana del coro. En la parte alta del arco de la puerta, destaca una escultura de la Virgen con un niño saliendo de una flor, escultura en piedra considerada la más antigua de la ciudad. El estilo de la fachada del templo es plateresco, develado por las columnas que flanquean la puerta y ventana de la fachada; además del entablamiento en la molduración horizontal que se encuentra sobre las columnas de la puerta y ventana.
El templo de San Francisco tiene el diseño de los templos del siglo XVI, una sola nave con un espacio rectangular limitada por altos muros que soportan una bóveda adornada con dibujos que forman cuadros. La nave se divide en dos partes, la primera es para el pueblo y llega hasta la escalinata y la segunda que es el presbiterio y que es donde se coloca el altar, y en su ábside se cree que se ofició la primera misa.
El ex convento de los franciscanos se hizo al lado sur del templo y se terminó de edificar a principios del siglo XVII. Tanto el convento como el templo primero fue pequeño y hecho de adobe, posteriormente se hizo un proyecto arquitectónico mayor y se construyó de cantera. Hoy es el Instituto de las Artesanías del Estado.
Durante los años 80 y 90 del siglo XX, la Plaza Valladolid estuvo invadida por comerciantes con puestos semifijos y ambulantes, primero con artículos artesanales y luego con productos de contrabando conocido popularmente como fayuca. En el año 2001 fueron retirados todos los ambulantes del centro histórico de la ciudad. A partir de entonces, la plaza ha sido escenario de diversas actividades comerciales y culturales, como conciertos, puestas en escena, ferias de alimentos típicos de Michoacán, entre otras. El templo y la plaza forman parte del Plan Luz, con iluminación escénica en el corazón de la ciudad